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Mayra, Uruguay Dice Villa Serrana un lugar mágico....maravilloso. Fui por primera vez hace 2 años y fue una enamoramiento fulminante!, mi esposo y mis dos hijos de 8 y 4, quedamos...

Villa Serrana, rincón natural

En la década del `40, a pedido de inversores nacionales y extranjeros del Grupo Villa Serrana S.A., Julio Vilamajó proyecta la construcción de una villa recreativa de estilo europeo, ubicada en los valles de los cerros Penitente y Marmarajá en el departamento de Lavalleja. El lugar rodeado por campos y cerros, entre los que se forma un valle a través del que pasa el Arroyo Miraflores, fue el lienzo en el que el arquitecto plasmó su última gran obra.  

Villa Serrana - Historia y VentorrilloVilamajó visita el lugar en 1946 y comienza a trabajar en el proyecto de construcción de la obra, trazando el diseño arquitectónico y paisajístico en el que concibió la urbanización de ese rincón natural con la consigna de mantener intacto su carácter agreste. Mediante el uso de materiales autóctonos como la piedra, la madera y el junco, logró desarrollar un estilo de arquitectura que resulta en una relación casi mimética entre las construcciones y el paisaje, respetando la integridad del escenario natural que invita a la contemplación e inspiración.

Consciente de las particularidades del proyecto, el planificador de esta obra no solo se concentró en los detalles de la urbanización sino que también tuvo en cuenta la forestación de la zona pensando en la incorporación de otras especies de árboles con hoja caduca para que, al terminar el verano, el lugar se tiñera de los colores otoñales que no tiene la flora autóctona, buscando realzar la belleza del paisaje, librando al azar, al trabajo de las aves y el viento la disposición del resto de los ejemplares.   

De acuerdo a lo proyectado por el Arquitecto Vilamajó, en el año 1946 fue construido el Ventorrillo de la Buena Vista en la ladera del cerro Guazubirá. Éste es un paraje elevado desde donde se puede apreciar el paisaje del lugar; desde allí se valora la totalidad del escenario natural y de la obra del arquitecto. El Ventorrillo fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año ´79 y en la actualidad se encuentra en proceso de recuperación debido a un gran deterioro sufrido por el paso del tiempo y el vandalismo. Muy cerca del Ventorrillo de la Buena Vista se encuentra el Mesón de las Cañas una antigua hostería que data de 1947, también concebida y construida por Vilamajó, la que en la actualidad se encuentra a la espera de un proceso de reacondicionamiento.

Embalse y Represa Stewart VargasOtra de las construcciones características de Villa Serrana, que se destaca en el paisaje del valle, es el embalse del arroyo Miraflores y la afluencia de la cañada de La Leona, un gran espejo de agua calma y profunda que refleja el paisaje circundante en el centro del valle y se escurre a través de la represa Arquitecto Stewart Vargas. Más allá de su belleza el embalse tiene una finalidad práctica que es el abastecimiento de agua para los habitantes de la zona en épocas de sequía. El agua está contenida por una represa de 120 metros de largo y 13 metros de alto y forma parte de la obra concebida y construida por el Arquitecto Stewart Vargas en el año 1958. Éste arquitecto también construyó la represa del Baño de la India, otro de los puntos turísticos de Villa Serrana, nombrado de esa manera por una historia del lugar que cuenta que allí solía bañarse una hermosa india que se hundió en sus aguas al verse acorralada en una situación peligrosa.  

En 1960 fue izado el obelisco, lugar que es considerado por sus pobladores como el “centro” de Villa Serrana, alrededor del cual se construyeron las primeras viviendas en la época del primer impulso de urbanización. El obelisco -además de servir para izar el pabellón patrio- era utilizado como método de comunicación entre los pobladores de la zona, dando diferentes mensajes mediante banderines de colores. De este lugar nacen algunas de las calles trazadas por Vilamajó que llevan nombres de especies de árboles de la zona como Gazubirá, Coronilla, Lantana, Sombra de Toro, Envira, Canelón, Arrayán, Chalchal, Carobá, Molle, Aruera y Tembetarí; también hay dos calles, Arq. Julio Vilamajó, Agr. Juan Bernasconi, en honor a quienes concibieron a Villa Serrana. Paisaje Serrano

Por el trazo de las calles sobre los cerros, que ascienden y descienden dibujando el paisaje, se aprecian infinidad de perspectivas variables. La gran cantidad de sendas que atraviesan los caminos y se pierden en la vegetación despiertan el espíritu aventurero de cualquier caminante y permiten apreciar una flora rica en especies que se ve poblada por una gran cantidad de aves, reptiles,  mamíferos y ganado que vive libremente en las calles de la villa.

En Villa Serrana también se encuentra el observatorio astronómico Eta Karinae de la Fundación Astronómica del Uruguay, en la periferia de El Bosque -uno de los poblados pensados por Vilamajó-. No solo en el observatorio, sino en toda Villa Serrana, con solo mirar el cielo se puede apreciar la gran bóveda celeste debido a la nula contaminación lumínica. En el observatorio se accede a la ayuda de docentes que asisten a los visitantes en la identificación de las diversas galaxias, constelaciones y astros, imposibles de distinguir en la ciudad. Del respeto y admiración por la naturaleza, nació lo que hoy se conoce como Villa Serrana lugar que mantiene vivo el espíritu de lo que una vez concibió Julio Vilamajó, con sus casas que se pierden en el paisaje serrano y con una vegetación tan abundante como decorosa. La paz y energía que se siente aquí, un refugio que ampara a aquellos en busca de contacto con lo sencillo, lugar que mantiene la rusticidad y tranquilidad de tiempos pasados, que invita a disfrutar del tiempo que pasa lento o a perderse en el interminable espectáculo serrano, hace de éste un paraje inevitable para aquellos amantes de la naturaleza.